Una de las historias más destacada es la que habla de la existencia de una ciudad ahogada debajo de las Dunas, la ciudad de Valverde.
Un pueblo que sería de los más importantes de la zona y que por un cataclismo se vio ahogado por el mar, el mismo hace que a veces aparezcan restos arqueológicos que la gente dice que pertenecen a la ciudad de Valverde. Dentro de la misma leyenda podemos hablar de que el cataclismo vino anunciado por un ave (Ave Tora) momentos antes de que sucediese la fatalidad .
Otros hablan de la presencia de Santiago Apóstol en esta zona en el momento del cataclismo y que al ver lo que sucedía dijo:
"Non quero ver tal".
Una frase que hizo que a uno de los lugares de la parroquia de Olveira se le llamase Bretal.
Una frase que hizo que a uno de los lugares de la parroquia de Olveira se le llamase Bretal.
Se pueden añadir más leyendas, como la del buey o a de la mujer que con marea baja se ve cocinar en unas rocas, o la que dice que a veces la tranquilidad de la playa se rompe por los gritos de la gente de esta ciudad.
Pero fuera de las leyendas tenemos que destacar el paisaje que se puede observar en este espacio natural, donde se junta la fuerza del mar con la tranquilidad y fertilidad de unas tierras que a veces sufren por la crueldad de las olas, pero que deben buena parte de su riqueza a su conexión con el mar.