Municipio de Dumbria
Se encuentra en El Camino de Fisterra-Muxía, a unos 70 km de Santiago de Compostela, y a unos 20 de Fisterra y Muxía.
Tiene una extensión de 125km2 y unos 4.800 habitantes y es un municipio simbólico en la llamada Costa da Morte, donde el río Xallas recorre en casi toda su extensión las tierras dumbriesas para dejarse caer sobre el Atlántico con forma de una de las más hermosas cascadas de Europa.
Dumbria, aún siendo un municipio eminentemente ganadero, tiene un riquísmo patrimonio arqueológico histórico y cultural, que denota un pasado de intensas vivencias.
El Mirador de Ézaro, está situado en lo alto de los montes que bordean la ensenada de Ézaro y es un ámbito fluvial y forestal.
Desde arriba se puede contemplar el pueblo de ézaro y su playa; y al frente se percibe la mole granítica del Monte Pindo y del Monte Peñafiel.
Se observa además la pared de la presa de Santa Uxía, que retiene las aguas del Xallas, único río europeo que desemboca en cascada en el mar, desde una altura de 100 m. Con el tiempo se fue formando un pozo de más de 16 m de profundidad. La canalización del río supone que sean pocas las ocasiones en que se puede ver este salto con agua.
La espectacularidad de este paraje y los acantilados que lo rodean motivaron muchas leyendas y tradiciones.
Se encuentra en El Camino de Fisterra-Muxía, a unos 70 km de Santiago de Compostela, y a unos 20 de Fisterra y Muxía.
Tiene una extensión de 125km2 y unos 4.800 habitantes y es un municipio simbólico en la llamada Costa da Morte, donde el río Xallas recorre en casi toda su extensión las tierras dumbriesas para dejarse caer sobre el Atlántico con forma de una de las más hermosas cascadas de Europa.
Dumbria, aún siendo un municipio eminentemente ganadero, tiene un riquísmo patrimonio arqueológico histórico y cultural, que denota un pasado de intensas vivencias.
El Mirador de Ézaro, está situado en lo alto de los montes que bordean la ensenada de Ézaro y es un ámbito fluvial y forestal.
Desde arriba se puede contemplar el pueblo de ézaro y su playa; y al frente se percibe la mole granítica del Monte Pindo y del Monte Peñafiel.
Se observa además la pared de la presa de Santa Uxía, que retiene las aguas del Xallas, único río europeo que desemboca en cascada en el mar, desde una altura de 100 m. Con el tiempo se fue formando un pozo de más de 16 m de profundidad. La canalización del río supone que sean pocas las ocasiones en que se puede ver este salto con agua.
La espectacularidad de este paraje y los acantilados que lo rodean motivaron muchas leyendas y tradiciones.
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